Sudores fríos recorren mi espalda cuando veo la convocatoria de "Reunión de Vecinos" y es que no hay mayor placer que, además de haberte tocado la china de ser presidente de la comunidad el primer año, escuchar las "sugerencias y ocurrencias" de cada vecino en una reunión.
Cada uno va a su bola y la gente te cuenta sus problemas:
– "Pues es que yo creo que el bidé está muy cerca de la bañera"
– "Pues que quiere que le diga, eso mejor coménteselo al arquitecto"
y el tema recurrente del mando del garaje:
– "Es que el mando del garaje no abre bien, le doy 5 ó 6 veces y no se abre la puerta"
– "A ver, si pulsa una vez, se abre, otra vez, se para, otra vez se cierra, y así sucesivamente… Si le da 5 ó 6 veces, pues a saber…"
La reunión de ayer se debía a que varios vecinos habían llamado al administrador para "sugerir" la idea de cerrar la piscina, sútilmente, llenarla y cubrirla de cemento para poner un "parque infantil". Es decir, desechar la piscina comunitaria, con sus vestuarios, duchas, maquinaria de depuración y clorado, cesped, etc. para poner un tobogán. En fin…
El caso es que en la votación nadie votó a favor de cerrar la piscina por lo que cada vez entiendo menos a la gente, ¿llaman para cerrar la piscina y votan lo contrario, o ni siquiera bajaron a la reunión?
A última hora directamente tube tuve que salir por patas porque un señor (que no es ni propietario, es el padre de alguno de los que pasan de ir y debe aburrirse en casa) se empeñó, contra la opinión e informes de arquitectos y técnicos, en explicarnos a qué se debían las entradas de agua en el garaje, es más, se empeñaba en esta mañana hacer una prueba con una manguera y, claro, quería que estuviera yo presente… la gente alucina.
Os dejo un vídeo de las reuniones de vecinos en un Retrospecter de La Hora Chanante… nunca la ficción había estado tan cerca de la realidad.