Burgos
Sábado, 27 de Agosto de 2011.
Salimos de Orbaneja del Castillo, encantados de haber dado con este entorno tan poco conocido. Retomamos la carretera dirección Burgos y nuestra primera parada es en seguida, en Covanera, donde nos alertan unos carterles que rezan El Pozo Azul.
Se trata de una cavidad en el suelo de la que mana agua y de la que ya se llevan unos 7 Km explorados. En un bar cercano a la carretera hay fotos de las inmersiones con bombonas y son sencillamente increíbles.
El Cid
Repostamos (55€) y seguimos nuestra ruta. Al fin llegamos a Burgos y, siguiendo recomendaciones y recuerdos nos dirigimos a comer a El Morito (20€). Hacía unas semanas que había estado en la capital, de despedida de soltero, pero de día se respira un ambiente totalmente distinto.
Visitamos las zonas céntricas de Burgos, la catedral, la estatua del Cid…
Sin tiempo para entretenernos en demasía y después de tomar unos cafés (4€) para seguir al volante, nos dirigimos a Salamanca. Hacemos otra visita fugaz por la zona centro. Las catedrales, la universidad, la huerta de Calixto y Melivea… y para redondear la tarde, nos regalamos un chocolate con churros de quitarse el hipo (5€).
Salamanca
Al fin llegamos a nuestro destino donde tenemos reservador un hostal: Torresmenudas.
Habíamos reservado por internet, como prácticamente la totalidad del viaje, pero aquí pinchamos en hueso, la página es infinitamente mejor que el sitio. Resumiendo. Habitantes: Menos de veinte. Turistas: Siete. Negocio próspero: Bar de copas 🙂 (y es que la dueña del hotel había montado también un bar de copas que llevaba su hijo y que en los dos días que estuvimos allí nunca juntó a más de tres clientes).
Cenamos unos ibéricos y unas carnes y damos un breve (no da para más) paseo por el pueblo de Torresmenudas, para terminar la noche. Hace frío así que nos volvemos al hostal a descansar.