Jueves, 18 de Agosto de 2011.
Después de un rico desayuno en el hotel (8€) y de empaquetar de nuevo toda la ropa, toallas y demás una vez lavadas y secadas nos ponemos de nuevo en ruta.
Nuestra primera parada es el espectacular Cabo de Peñas. Disfrutamos de una mañana soleada y de unas vistas maravillosas. Damos un paseo por los acantilados y por el faro y, aunque intentamos acceder al puntal del cabo desistimos por peligroso.
Decidimos ir a comer a Gijón, aunque no sabemos exáctamente donde. Pasamos por Gozón, Candás, Albandi, Aboño…
En Albandi, paramos a comprar una cajita de sidra (16€) en la Sidrería El Peñón que ya nos recomendó Javi hace tiempo. En Aboño apenas paramos, no lo reconozco, hace casi treinta años que viví aquí unos meses y no debe parecerse mucho a lo que era.
En Gijón hay mucho coche y es difícil parar, así que después de dar varias vueltas decidimos ir directamente al Camping Deva (30€). Por suerte cuenta con un restaurante muy majo donde comemos ensalada de pasta, churrasco y pescado (18€).
A pesar de que tenemos unos vecinos muy ruidosos (incluso a algunos les da por cantar al estilo gregoriano), nos podemos echar la siesta para recuperar un poco.
Para la tarde hemos quedado con Javi en Gijón. Cogemos el autobús para ir a la ciudad justo enfrente de «La Laboral». Una vez en Gijón nos encontramos en el puerto deportivo y paseamos por la zona del Cerro de Santa Catalina donde visitamos «El Eulogio» de Chillida.
Después de tomar unas sidras (escanciadas por Javi, claro) en el Barrio de Cimadevilla nos sentamos a cenar en la Sidrería El Playu donde damos buena cuenta del pastel de Cabracho y del crujiente de queso de cabra regado por más sidrinas (32€)
Paseamos un rato más por Gijón antes de coger el taxi (10€) de vuelta al camping. No queremos trasnochar mucho pues mañana nos espera la santina y los Lagos de Covadonga.