Viernes, 7 de Agosto de 2009. Volvemos donde lo dejamos. Si el año pasado las fiestas del Descenso Internacional del Sella marcaban el final de nuestras andanzas, este año eran el pistoletazo de salida. Dejamos Madrid con la canícula en sus horas álgidas dirección Arriondas. Recuerdos del año pasado y proyectos para éste eran foco de nuestras conversaciones piloto-copiloto.
Lo único que ocultaba a mi hermano Víctor era que se iba a encontrar, una vez cruzado el Sella, con Arancha, sorpresa agradable a más no poder. Mi comunicación con Lara a escondidas fue digna de Ethan Hunt en Misión Imposible.
Un par de paradas para reponer fuerzas, para cambio de conductor y cerca del ocaso cruzamos los túneles de la A-6 (sólo recuerdo el nombre del de Pando, soy un friqui) que transformaron un cielo azul y un Helios castigador en una densa niebla que nos transportó a lo que bien podría ser un mes de Noviembre en el Valle del Tiétar y nos dividió por dos la temperatura ambiente.
Llegados a Arriondas y, una vez el coche aparcado, fuimos al encuentro sorpresa de Arancha y Lara y, en seguida, a atacar la sidra que tan rica sabe en estas latitudes. Antes de que el fermento de manzana nos nublara el entendimiento instalamos la tienda y mudamos las ropas a unas más acordes con el tiempo y festejo, aunque hubo quien sólo tenía sandalias y pagó la osadía con un dedo muñón 🙂
Reimos, bailamos y bebimos sidra en tal cantidad que en La Última Cena tocarían a más de dos por cabeza… y nosotros éramos cuatro. Nos fuimos a la cama cuando el cielo ya clareaba. Gran noche la de Arriondas, para disfrutar y recordar.
¡Que gran noche!!!!!, pero que sepáis que os la tengo jurada por el sorpresón que me distéis, jejejeje.
Pero para mayor sorpresa cuando al volver nos encontramos con el individuo chuzo metido en nuestra tienda de campaña ¡¡cacho susssto!!
🙂
El hombre estaba convencido de que era su tienda… ¡y vaya curra le habían metido!
No me digas que la sorpresa no te gustó, bueno, y a mí más que me hizo ganar dos tintos fácil 😀