Capea verata

El fin de semana del puente de San José nos fuimos a Candeleda a disfrutar de un día de campo. Nos juntamos casi cuarenta (algunos antitaurinos) para la capea y, ciertamente, las vaquillas no sufrieron nada porque ni se las mata, ni se las maltrata, ni siquiera se las pincha o golpea… quizá sufrieran algo los «toreros» por los revolcones.

Alquilamos una finca que contaba con plaza de toros de reducidas dimensiones, cespecito y hasta mini-campo de fútbol de cesped natural con sus porterías y todo.

No conseguimos consenso para hacer barbacoa así que tiramos de comida preparada («catering», para que me entiendan los finolis) que trajimos de Madrigal (tortillas, embutido, carne, pescado… no faltaba de nada).

Comimos paella, bebimos sangría fesquita, disfrutamos de los toreros, jugamos al fútbol mixto y nos tiramos a la bartola. A la noche volvimos a tapear, nos tomamos alguna copilla y acabamos rendidos pero pasando un día de lujo que ya estamos planeando en repetir.