Jueves, 13 de Noviembre de 2008
Otra vez bien temprano salimos del hostal para dar una vuelta por Abbeville. Breve, muy breve pues apenas ves la catedral, has visto el resto.
Nos montamos en el coche y nos marchamos dirección Rue para buscar las marismas de la zona.
El entorno es precioso, marismas repletas de aves, bosques caducifolios de mil colores que, además, vimos adornados por las nieblas matutinas.
Sin suficiente tiempo para disfrutarlas del todo nos dirigimos a Arras, pertenece al Paso de Calais y es una ciudad de tamaño medio (45000 hab, aprox) donde destaca la plaza mayor (Marktplatz von Arras).
Esta fue la última escala antes de volver a Charleroi para tomar el vuelo de vuelta a casa. El avión salía a media tarde y tenía que estar un poco antes para facturar y demás rollos aduaneros así que con esto le dije bon voyage a Francia y a Bruselas.
Dani y Juan, después de devolver el Mercedes (tenía tanta mierda que era difícil ver si lo habíamos arañado o no), aprovecharon el último día que les quedaba para visitar Brujas. Según me contaron es muy recomendable así que, nada, habrá que volver en otra ocasión. Por mi parte, encantado.
De hecho, a ver si este verano puedo volver a suelo gabacho desde Hondarribia a Biarritz pero eso… es otra historia.