Este es uno de estos post que tenía pendientes, mea culpa… trata de una excursión vía Iberia a Milán a finales de Abril, con Titi de compañero de viaje y Patri de perfecta anfitriona.
Allí visitamos El Doumo (como no), montamos en los trolebuses sin billete, pateamos las calles comerciales, entramos en la tienda de Ferrari, fuimos a saludar a San Siro y tomamos el aperitivo (buffet libre a la hora de la merienda-cena)…
También aprovechamos para visitar Verona en tren, ciudad que me encantó, donde le tocamos la teta a Julieta y aguantamos una manifa y un chaparrón impresionante bajo las sombrillas de una hamburguesería.
En fin, unos días perfectos donde pude volver a recordar lo que era el botellón en una plaza, comer riquísimos helados, ver nuevos sitios y disfrutar de la compañía de mi madrigaleña preferida (mamá aparte ).
¡¡Gracias mil!!