Escalofríos recorrían mi cuerpo cuando oía que la A-1 estaba cortada por los transportistas para, entiendo, dar mayor publicidad a sus protestas. Carretera que usaba día sí y día también hace poco más de un año para ir a trabajar ahora estaba estos días colapsada
Anitugos compañeros me contaban que pasaban horas en el coche camino del trabajo y actos como estos son los que hacen que los transportistas hayan perdido el apoyo y simpatía del resto de trabajadores.
Es como si los informáticos al ponernos en huelga, en lugar de simplemente faltar al trabajo, apagaramos los servidores o borrásemos datos críticos. No creo que el resto de la población simpatizara con nosotros… ¿o sí?