Pues parece que a lo que algunos humanos escandaliza para los estudiosos de la ictiología no va más allá de una mera cuestión de supervivencia.
Y es que los peces cíclidos haplocrominos (bonito nombre, por otra parte) eyaculan en la boca de la hembra para fecundar los huevos ya que es donde se alojan. Para ello usa, como tantos otros animales, el engaño o simulación de pigmentos en su cuerpo.
Y es que, como decía aquella frase que se oía en la película de dinosaurios de Spielberg "la vida [siempre] se abre camino".