Este puente de los Santos he estado en el pueblo y, además de disfrutar de la calbotá (que no moragá, un calbote es una castaña asada) he podido darle un poquito de uso al telescopio que tenía ganas ya.
Estos días se pueden ver dos cometas, el Loneos (no fuí capaz, malditos chopos) y el Holmes que aunque se veía a simple vista sin ayuda de instrumento alguno, con telescopio se podía apreciar en todo su explendor.
También pude echarle un ojo a Júpiter (aunque su peculiar mancha me daba la espalda se podían apreciar sus satélites y su gran tamaño) y a distintos astros. Mis padres se unieron curiosos a la observación y tras pasar las típicas dificultades iniciales pudieron disfrutar de Holmes, Júpiter, Las Pléyades… me encanta.
[Foto: Ayuda a la localización del Cometa Holmes (Astroeduca)]