El pasado 9 de Febrero moría Alejandro Finisterre y sus cenizas recorreran los meandros del río Duero hasta Finisterre como era su deseo.
El albacea del poeta zamorano León Felipe tiene como dato curioso en su biografía que para muchos pasará a la historia como inventor del futbolín, juego que ideó cuando, tras resultar herido en un bombardeo de Madrid durante la Guerra Civil, fue trasladado a un hospital. Allí coincidió con heridos y mutilados que no podían jugar al fútbol. A raíz de esto desarrolló en su cabeza la idea del futbolín inspirándose en el tenis de mesa como él mismo relata.
No puedo menos que apenarme por su marcha a la vez que siento gratitud por la genial idea de este hombre ya que el futbolín ha llenado y llena gran parte de mis ratos de ocio en el pueblo. Incluso quedé subcampeón (que es mejor que ser campeón, ya sabéis) en uno de esos pubs que ahora dicen que han cerrado en los bajos de Argüelles… ¡ah! ¡qué tiempos!