El año pasado disfrutábamos de Sergio Rodríguez en el C.B. Estudiantes y hoy hace las américas con 20 años.
En la misma temporada en la que el maestro se retiraba, este joven tinerfeño nos mostraba una extraordinaria progresión que culminaría con una semifinal soberbia en el Mundial contra Argentina. Ya antes nos habíamos enterado de que daría el salto a la NBA, no nos regalaría ninguna asistencia imposible más, ninguna penetración fulminante, ninguna filigrana más vestido como estudiantil… daba el gran salto.
Muchas fueron las voces que se opusieron a que diera el salto a la liga profesional americana desde distintos foros achacándole impaciencia y, aunque empezó el año dubitativo, rumoreándose en pretemporada incluso que podía acabar en la liga de desarrollo, ha empezado a recibir minutos y a demostrar en la cancha de lo que es capaz, asistiendo y dando espectáculo como es innato en él.
¡Sergio, a cerrar bocas y suerte!