Ayer cenamos juntos para despedir a Fernando y a sus padres.
Emigran (sin tener que saltar ninguna valla) a Salvador (São Salvador da Baía de Todos os Santos). Es la tercera ciudad de Brasil, con casi 3 millones de habitantes, cuna del baile este raro (¿o es un arte marcial?) que se llama capoira, con playita,…
Es un gran cambio: Brasil y España están bastante lejillos, es otro idioma, otra cultura, otro clima. Yo no sé si hubiera dado el paso (oportunidad tuve para ir a Argentina hace años y no me lancé), pero Ruina y Whisky son unos valientes y han visto una buena oportunidad que aprovechar.
Espero que les vaya muy bien a los cinco por allí y, está claro que seguiremos en contacto, algo bueno tenía que tener la red.