Miércoles, 6 de Agosto de 2008, nos adentramos en Asturias poco a poco, disfrutando del paisaje y de los pueblos de la costa. Antes, visita obligada a la playa de las Catedrales, preciosas aún en un día gris.
Antes de almorzar nos dió tiempo a dar una vuelta por Tapia de Casariego que nos sirvió de aperitivo, y a ciertas que nos gustó, tanto, que nos quedamos gran parte de la tarde disfrutando de su barrio pesquero después de comer.
Por la tarde visitamos la playa de Frexulfe… ciertamente por casualidad, no recuerdo el motivo por el cual saliese de nosotros el adentrarnos en aquellos caminos que desembocaban en aquella paradisiaca playa. Lástima que el día estuviese ya en su ocaso y el tiempo no acompañara para darse un bañito, porque realmente el paraje lo merecía.
A refugiarnos fuimos a Luarca, donde nos fue imposible encontrar nada para dormir, pues es una villa muy bonita y con gran afluencia de turistas, además, estaba en pre-fiestas, pero conseguimos alojamiento en una casa particular en Aldín, del dueño de uno de los hostales del pueblo, es decir, un hostal sin declarar, pues estaba preparado para tal efecto con numerosas habitaciones y baños con cerrojos.
Noche de cena tranquila, sidra para beber (aquí no gastan el agua), heladito para hacer la digestión y para arriba a dormir y reponerse de la jornada de pateo.